° Se llama Victoria Dorantes y su imagen quedó plasmada en millones de libros así como en un óleo de Jorge González Camarena
Si te dijeran que pienses en una imagen que represente a “la madre Patria”, tal vez lo primero que venga a tu mente sea justo una mujer morena, de rasgos indígenas, de cabellos y ojos negros, vestida de blanco, sosteniendo una bandera y un libro, uno en cada mano, ¿no es así?
El hecho de que piensen en esto se debe a que a partir de 1962 los libros de texto de primaria tuvieron a esa imagen ahora icónica y, según el sitio Mexico Desconocido, en 1972 pararon esa edición que llegó hasta los 400 millones de ejemplares cuya portada era idéntica, solo cambiaba el nombre de las materias. Y puede que no hayas ni nacido para entonces, pero es que en 1992, durante el mandato de Ernesto Zedillo, se volvió a colocar esta imagen en algunos libros.
Pues esta mujer que ves no se trata solo de una representación de la madre Patria, sino de una mujer que en realidad existió y se llamó Victoria Dorantes, nacida en Tlaxco, Tlaxcala.
La historia de Victoria Dorantes
Tenía apenas 18 años de edad cuando el pintor jalisciense Jorge González Camarena la descubrió (por si te suenan familiar los apellidos, sí él era hermano de Guillermo González Camarena, el inventor del sistema para transmitir televisión en color en todo el mundo). La versión más divulgada de esa historia cuenta que Victoria trabajaba en un bar en el que solían reunirse artistas como el Dr. Atl y Diego Rivera.
La apariencia de Victoria llamó tanto la atención del artista que este le propuso pintarla, pero ella se negó por estar casada con un hombre muy celoso.
De acuerdo con una crónica de la escritora Carmen Libertad Vera, Victoria respondió a dicha propuesta con algo así: “Olvídese. Si mi marido descubre que estoy posando para usted, al día siguiente habría dos entierros. El suyo y el mío”.
Al pasar de los años, el pintor se enteró de un funeral en casa de Dorantes, y de inmediato pensó que su musa había muerto, pero fue el esposo quien murió y ella pudo posar por fin para González Camarena. La inmortalizó en una pintura que más tarde retomó la Secretaría de Educación Pública para los libros de primaria.
Según la crónica de Vera, “Victoria se convirtió en la madre Patria para muchas generaciones de mexicanos. Y, de paso, en la ilustre amante de González Camarena durante muchos, muchos años. Cuentan que ella luego estuvo viviendo en París, y que a su regreso era una consumada alcohólica que murió de justificada cirrosis hepática”.
Ahora, la imagen de Victoria Dorantes se encuentra en la Universidad de Concepción, en Chile, donde su rostro está plasmado en el mural Integración latinoamericana, pintado por encargo del expresidente Díaz Ordaz.
En abril del 2012 la entonces diputada panista Oralia López Hernández propuso ante el pleno del Congreso de la Unión que el nombre de esa tlaxcalteca se inscribiera con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo, iniciativa que resultó turnada a la comisión correspondiente.
Como poco se sabe de Victoria, incluso que su muerte no está bien esclarecida, en 2016 el alcalde de Tlaxco, Jorge Rivera Sosa, explicó a la agencia Quadratínque habían comenzado la búsqueda de sus familiares. "Hemos estado buscando un familiar cercano, sin embargo no hemos encontrado, hasta ahorita la investigación que hemos hecho es a través de los archivos, del Archivo Nacional del Archivo Histórico que también tenemos en nuestro municipio”.
No obstante, no ha habido hallazgos y hasta ahora, la historia de Victoria Dorantes permanece como un rompecabezas aún incompleto.
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