Una campaña digital o simplemente un poco de suerte. Esto es lo único que se necesita para que algo se vuelva viral en internet. En este caso, solo bastó un hashtag: #10yearchallenge. Sencillo de recordar, corto y sin necesidad de llevar a cabo una proeza física para entrar en la tendencia. Una foto de 2009 y otra de 2019. Nada más.
Parece inofensivo, y debería serlo, pero la información que compartes en redes sociales se ha convertido en un producto de mucho valor e incluso en el protagonista de un modelo de negocio que rodea a Facebook, Instagram, Twitter, entre otras.
¿Cometiste un error al compartir tu foto del #10yearchallenge con todo el mundo (o con las personas que tus candados de privacidad te permitieron) y crees que la seguridad de tus datos está en riesgo? Dos expertos en tecnología explican este tema.
¿El FBI quiere mis datos?
Los detractores del #10yearchallenge han argumentado que, al compartir tu foto, estás dando tu consentimiento para que tu información sea vendida a entes públicos o privados. Este punto de vista tiene sus matices, pero es necesario retomarlo.
De acuerdo con Fabián Romo Zamudio, director de sistemas en la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM, se debe tomar en cuenta que toda la información que compartes en redes sociales, desde una publicación en tu muro de Facebook hasta una fotografía en Instagram, le funciona a alguien y por tanto se convierte en un producto.
“Todo esto de los retos en efecto parece un juego pero no es nada más un juego. Sin entrar en susceptibilidades ni suposiciones, al fin y al cabo eso le sirve a alguien, y los datos que proporciona la gente lo mismo pueden servir inocentemente para cirujanos plásticos para hacer un estudio del rostro, hasta ya cuestiones de identificación de patrones, cuestiones genéticas”, dijo en entrevista con El Financiero.
Entonces, si los datos pueden utilizarse para distintos fines, ¿este reto provocará que tu información acabe en organismos como el FBI? Javier Murillo, presidente y fundador del consejo de Metrics, explica que este tipo de entes de investigación no necesitan estas estrategias para realizar sus tareas.
“Yo no considero que el FBI o que la CIA o que cualquier agencia de investigación requieran que nosotros pongamos una foto de antes y después (para llevar a cabo sus tareas) porque ya existe la tecnología (de inteligencia artificial) para intuir el antes y predecir el después a partir de una fotografía actual”, comentó Murillo.
¿Para qué otra cosa podrían utilizar mi #10yearchallenge?
Como dijo Romo Zamudio, podría funcionar ya sea para una investigación sobre el rostro o también para identificación de patrones. El experto en sistemas pone un ejemplo de otro campo donde tu información podría ser útil.
“Hoy por ejemplo hay muchos servicios comerciales en Estados Unidos, y en otros países de Europa, que reconstruyen tu árbol genealógico. A partir de una muestra de ADN y del banco de información que ellos poseen, uno puede saber hasta dónde llegan los ancestros. Parte de la información con la que se complementan esos servicios son las imágenes de las personas, porque entonces definen características biométricas en vez de cruzar esta información con millones y millones de imágenes. Aunque no se tengan datos de información genética, sí se pueden identificar rasgos faciales, color de piel (...). Por supuesto que para todas estas empresas es un negocio”, añadió Romo Zamudio.
El directivo dentro de la DGTIC dijo que, al ir más a fondo, esta información podría servir a las agencias de inteligencia o de seguridad nacional. "Por ejemplo, esa información es valiosa para todos los que son organismos aduanales, de control en la frontera, el Homeland Security de Estados Unidos”.
Y añadió que lo que podrían estar haciendo es “recabar más información para encontrar patrones similares entre las personas”
¿Hay pruebas de que realmente esto esté pasando?
Fabián Romo dijo que todavía no se puede afirmar que las fotos del reto #10yearchallenge vayan a ser utilizadas por agencias de investigación u organismos similares, pero que la tendencia indica que podría pasar.
“No estoy diciendo, porque no me consta, que lo estén haciendo con este reto; otras actividades en el pasado han servido para cosas como esas. No tendríamos por qué pensar que no (se le dará un uso extra a nuestros datos), aunque no podríamos afirmar que sí”, señaló el experto de la UNAM.
La seguridad de la información en redes sociales cada vez es un típico de mayor cuidado. Uno de los casos más recientes que inició el debate de uso de datos fue el de Facebook y Cambridge Analytica.
En los primeros meses de 2018, se dio a conocer que, mediante una app desarrollada para Facebook, Cambridge Analytica recolectó los datos de 87 millones de personas, los cuales habrían sido utilizados para influir en las elecciones presidenciales de EU en 2016. Esto llevó al fundador de dicha red social, Mark Zuckerberg, a comparecer frente al Congreso de la Unión Americana y también frente al Parlamento Europeo.
Para Javier Murillo, el caso de Cambridge Analytica es apenas la punta del iceberg en el tema de seguridad de datos.
“Imagínate lo que no hay abajo del iceberg. Si con una pequeña parte de la info que tiene Facebook lograron cambiar la percepción del pueblo para hackear (es decir, influir en la opinión pública sobre) el Brexit e intervenir en elecciones de EU, imagínate con toda la información de Facebook, Google, Twitter, Snapchat, Instagram, Whatsapp (...). Para ellos (Facebook), fueron pocos datos, pero el impacto es impresionante”, añadió el experto de Metrics.
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